¿Cómo hago?
1. Empieza rezando
Ponte en situación. Vas a escuchar a Dios y a entrar en diálogo con Él. Así que con tus propias palabras dile algo así: “Señor, sé que soy importante para ti, que me amas y quieres que te conozca. Quiero dedicarte este tiempo de escucha y oración, dame tu Espíritu Santo que me ayude a entender tu Palabra y a rezar, que de luz y fuerza a mi vida y a mi fe. Amén”. No hace falta que uses estas palabras, se trata de ponerse en situación y pedir el Espíritu santo
2. Lee el texto y entiéndelo
Lee despacio, dándote cuenta del género literario (si es un discurso, una parábola, un diálogo, una narración, un milagro...). Qué está contando el texto, quiénes son los protagonistas, qué hacen, cómo se sentirán... Capta todo lo que puedas. Las pistas que te enviaré cada día pueden ayudarte a comprender eltexto y ponerte en situación para orar con él.
3. Vuelve a leerlo, preguntando a Dios ¿qué me dices a mi hoy?
Fíjate en aquello que te llame la atención, que te haga pensar, que ilumine tu situación, tus dudas, tus esperanzas.
4. Responde con tu oración
A aquello que Dios te haya inspirado respóndele. Dale gracias, pídele, arrepiéntete, alábale... y reza con tus propias palabras dejándote llevar por lo que te salga del corazón.
5. Llévalo a tu vida
Las relaciones verdaderas cambian nuestra manera de actuar y nos hacen tomar decisiones. Por eso, convierte lo que has rezado en compromisos concretos y realizables, por la Gracia de Dios, en tu vida.